Los cultivos herbáceos son fundamentales en la producción agrícola de nuestro país. Vamos a tratar el cultivo de las gramíneas y cómo la forma de controlar el riego con sondas en herbáceos puede mejorar su calidad y su cantidad.
¿Qué entendemos por cultivos herbáceos?
Los cultivos herbáceos son cereales que cultivamos para obtener cómo producto principal el grano y cómo subproducto la paja. La paja una vez seca tiene múltiples aplicaciones, como alimento para el ganado y como producto para compost.
Nos vamos a centrar en las gramíneas, herbáceos de grano:
- Trigo, que puede ser blando (dedicado a la harina de panificación) y duro más dedicado a pasta o sémola.
- Cebada, uno de los herbáceos más cultivados desde la antigüedad.
- Centeno, muy valorado para panificadora después del trigo.
- Avena, fundamental para alimento del ganado junto con la cebada.
- Triticale: cereal cruzado de trigo y centeno.
- Maíz: uno de los herbáceos más antiguos. También el que alcanza más altura. Es uno de los más exigentes en el riego.

Características de los herbáceos
Cómo su nombre indica los cultivos herbáceos son hierbas, consideradas plantas vasculares es decir no tienen un tallo leñoso, con sistema radicular fasciculado y de ciclos anuales, binuales o perennes.
Nuestro objetivo es centrarnos en el riego de los cultivos herbáceos. Ya tenemos experiencia desde 2018 en controlar el riego con sondas en los que ya estudiamos las distintos tipos de terrenos y las formas de regar más utilizadas como aspersión por Pívot, escorrentía o por goteo.
Las raíces de los herbáceos son de tres tipos:

- Adventicias: nacen después de los nudos que rozan la superficie y sirven de sostén de la planta especialmente si hace viento.
- Permanentes: nacen cuando la planta emerge del suelo.
- Primarias: son las que absorben los nutrientes y el agua del suelo.


Las raíces varían un poco en cuanto a tamaño, según las especies. La absorción la llevan a cabo principalmente en los primeros 25 centímetros.
El trigo y la cebada tienen un sistema radicular que puede alcanzar un metro de profundidad.
El centeno y la avena tienen raíces más profundas y se adaptan mejor a terrenos más arenosos.
El maíz tiene también unas raíces a modo de anclas para sujeción y las de absorción tampoco son muy profundas.
No es conveniente sembrar en suelos arcillosos y tampoco en terrenos encharcados.
Nutrición de los herbáceos
Uno de los principales nutrientes de los herbáceos es el abono orgánico procedente de purines, compost y rastrojos de otras cosechas.
Además debemos aportar minerales , especialmente en cultivos intensivos:
- Nitrógeno: es el mineral más importante para conseguir un buen desarrollo de las plantas, especialmente del tallo. que sirve de soporte a la planta..
- Fósforo: favorece el sistema radicular, por tanto la extracción de otros nutrientes. Es muy importante en la formación del grano.
- Potasio: ayuda a evitar enfermedades.
- Magnesio y azufre: repercuten en el desarrollo del grano.
Riego con sondas en herbáceos
Las grandes extensiones de herbáceos son difíciles de controlar si no recurrimos a la agricultura de precisión, para obtener información desde el aire con drones o imágenes satelitales y desde el subsuelo con sensores o sondas de humedad, temperatura y conductividad. Fundamentalmente por su extensión y densidad del cultivo.
El riego con sondas en herbáceos es muy importante porque ya indicamos que el sistema radicular es pequeño y por tanto no buscan la humedad a grandes profundidades. Eso implica que tenemos que mantener un riego constante y controlado., especialmente si hay mucha evaporación.
- El control con sondas de humedad me va a permitir valorar la necesidad del riego y evitar que la planta sufra estrés hídrico. Se adaptan a distintas profundidades radiculares.
- Los sensores de conductividad valoran la cantidad de sales acumuladas por evaporación que suele ser alta en este tipo de plantaciones y más en las zonas de castilla durante la primavera y verano. La acumulación de sales se produce porque el agua evaporada no contiene sales. Las que lleva el agua de riego se quedan acumuladas entorno al bulbo húmedo y en la superficie del terreno. A mayor riego más salinidad. La absorción de las pequeñas raíces sufre porque el terreno con las sales se compacta.
- La sonda de temperatura del subsuelo nos indica la salud del sistema radicular y sus posibles alteraciones.

Visualiza desde el móvil el riego con sondas en tus cultivos herbáceos
Cómo ya hemos indicado en múltiples ocasiones, los sensores son inalámbricos, con un Hub/receptor que envía señales a la plataforma y en tiempo real el agricultor recibe información del cultivo en su móvil o tablet.
Todo mediante graficas que le ayudan a valorar si el riego se ha realizado con normalidad, si los niveles de humedad han bajado y si la acumulación de sales es elevada.
Además podemos medir la humedad relativa y la temperatura exterior. Todo sin desplazamientos y ahorrando tiempo, agua y energía.
Nuestro equipo de técnicos valora la plantación, el tipo de terreno y determina los puntos clave que debemos controlar. Además de la instalación le asesoran de todo lo referente a la agricultura de precisión que cada vez está más en auge.