El sensor de temperatura en suelo es demandado por el sector hortícola para conocer la temperatura a diferentes profundidades además de otros cultivos como el césped dentro del garden.
Este nuevo dato permitirá controlar la temperatura en suelo y subsuelo y comparar los datos con la temperatura de ambiente y otros parámetros.
Aplicaciones del sensor de temperatura en suelo
- Control de la temperatura en tierra a diferentes profundidades.
- Conoce la temperatura de las raíces lo que indica inicio de la actividad radicular del cultivo.
- Compara los datos con la temperatura ambiente y otros parámetros para hacer modelos de crecimiento.
- Identifica el mejor momento para comenzar con los aportes nutricionales e hídricos.

Datos técnicos del sensor de temperatura en suelo
La Temperatura del suelo agrícola condiciona los procesos microbianos que tienen lugar en el suelo. La temperatura también influye en la absorción de los nutrientes, especialmente del fósforo que es menor en suelos fríos.
Es importante porque influye:
- En los procesos bióticos.
- En los químicos.
- Para la germinación que normalmente es por encima de 5ºC y que se mide en tiempo real con el sensor de temperatura en suelo.
Cada planta tiene sus requerimientos determinados.
La capa superficial del suelo agrícola sufre las mayores oscilaciones de temperatura. La temperatura de la capa superficial se trasmite hacia arriba al aire, y hacia abajo a capas inferiores del suelo y al subsuelo, amortiguándose rápidamente sobre todo hacia abajo.
El agua, un recurso esencial en las plantas, puede ser un bien escaso en muchas ocasiones, por lo que muchos cultivos dependen del riego. Un nuevo estudio demuestra que la temperatura del suelo influye en la manera en la que la planta adquiere ese recurso. Según los científicos, si disminuye la temperatura del suelo, incluso con suficiente agua para satisfacer las demandas de la planta, los árboles como los olivos y los almendros tienen más dificultad para adquirir recursos hídricos.
Estudio edáfico
Debido a que en las raíces ocurre la síntesis de hormonas y otras sustancias, además de la toma de agua y nutrientes, la temperatura de la zona radical tiene efectos marcados sobre el crecimiento y desarrollo de la planta.
En general, el crecimiento y desarrollo de la planta aumenta al incrementar la temperatura edáfica hasta un nivel máximo entre 25 y 35°C, dependiendo de la especie; de la misma manera existen temperaturas edáficas mínimas (entre 8 y 15°C) para el desarrollo.
Cada especie tiene en las diferentes etapas de su desarrollo exigencias propias de la temperatura edáfica.
Dada la mayor sensibilidad, la planta en su crecimiento inicial (germinación y estado de plántula) requiere temperaturas edáficas superiores que en los procesos de maduración de sus órganos.
Los órganos subterráneos de las plantas no tienen la capacidad de regular su temperatura, por lo que las temperaturas cardinales (mínima, óptima y máxima) para las funciones de la raíz y el desarrollo de tubérculos, son más marcadas que para los órganos aéreos.
Las temperaturas edáficas cardinales dependen del origen de las especies; las plantas tropicales generalmente se desarrollan mejor entre 20 y 25°C.

Fuentes consultadas: