La salinidad en plantaciones intensivas y superintensivas es uno de los problemas que encuentra el agricultor. Vamos a tratar de explicarlo y la forma de evitarlo.
Al control de las sales de un terreno se le conoce como «estudio edáfico«. La edafología es una rama de la ciencia que estudia la composición y naturaleza del suelo en su relación con las plantas y el entorno que las rodea.
¿Qué es la salinidad del suelo agrícola?
La salinidad en los suelos es la contaminación por sales solubles. La salinización se mide por la concentración de sales en una determinada zona.
Las sales más comunes son:
- Iones de cloro, sulfato, nitrato y bicarbonato.
- Cationes de sodio, calcio, potasio y magnesio.
El exceso de dichas sales hace disminuir el desarrollo de las plantas en general y puede incluso llegar a que las tierras sean improductivas. El estrés salino que se produce influye en:
- La fotosíntesis influyendo en su crecimiento.
- En su germinación y en sus brotes.
Es un grave problema para la agricultura y se intensifica en los cultivos intensivos por el incremento del riego si no es controlado.
Para calcular la cantidad de sales medimos:
- La Conductividad Eléctrica (CE).
- También el Porcentaje de Sodio Intercambiable (PSI).
- La Reacción de Absorción del Sodio (RAS).

La conductividad aumenta con la cantidad de sales.
A medida que es mayor el ángulo, aumenta su pendiente que podemos calcular fácilmente con la calculadora con la tecla «tan». Si la pendiente es superior a uno el cultivo empieza a perder productividad.
Con la salinidad el suelo se compacta y la capacidad de absorber el agua por el sistema radicular disminuye.
La salinidad no afecta a todos los cultivos por igual y se suelen clasificar en:
- Sensibles.
- Moderadamente sensibles.
- Moderadamente tolerantes.
- Tolerantes.
¿Cómo se produce la salinidad en plantaciones intensivas y superintensivas?
- Puede ser por presencia de rocas salinas, pero normalmente es por el tipo de agua que se utiliza, especialmente en zonas costeras que se filtra agua de mar en los acuíferos. Por tanto lo primero que nos interesa es un análisis del agua de riego. Cuantas menos sales tenga mejor.
- También puede ser por una mala gestión del riego en producciones intensivas y superintensivas de olivos y otros cultivos y el uso inadecuado de fertilizantes.
Los riegos en zonas de calor extremo no se absorben al 100% por la planta, el calor hace que parte del agua del riego se evapore y las sales queden en el entorno de la planta porque las sales no se evaporan.
Este problema se agudiza si los riegos son abundantes y distanciados en el tiempo. A su vez la planta puede sufrir estrés hídrico por falta de agua en el período que no se riega. Cuando recibe el riego no es capaz de absorber las sales que se le acumulan entre uno y otro.
En este punto interviene también la composición del suelo. Es necesario un estudio del terreno para combinar los distanciamientos de los riegos y las cantidades que debemos aportar. Cuanto más arcilloso más problema.
El exceso de salinidad agrícola y donde se acumulan
- Primero vemos con el esquema cómo el riego forma el bulbo húmedo y en la parte superficial el agua se evapora cuanto más amplia es la zona y hay más calor. La amplitud del bulbo húmedo depende del tipo de terreno. A medida que es más arcilloso éste es más ancho y por tanto da lugar a más evaporación.

- En segundo lugar analizamos como se acumulan las sales cuando los riegos son muy abundantes y distanciados. La evaporación hace que las sales se acumulen en el bulbo húmedo y entorno a las raíces de la planta.

- En tercer lugar y una vez que observamos el problema, una de las soluciones es hacer un lavado de la zona, pero esto hace que las sales se desplacen del bulbo húmedo, pero no que desaparezcan. Si además el suelo es arcilloso la acumulación hará una placa de sales que termina siendo muy perjudicial para la plantación y a la larga para el terreno. Cuanto más arenoso, más se filtran las sales con los lavados.
- Por último recomendar que en caso de lluvia se debe mantener el riego por goteo para evitar que las sales superficiales vayan a la zona radicular. Es una manera de tener el bulbo aislado de excesivas sales.

Clasificación de los suelos afectados por sales

Efectos de la salinidad en la agricultura
- El principal es el sellado de los poros del suelo, impidiendo que se muevan los nutrientes.
- Los encharcamientos que afectan negativamente a la mayoría de los cultivos como ya indicamos en otros artículos.
- La asfixia radicular impide el crecimiento de las raíces y su normal alargamiento que puede llevar a problemas graves de la planta.
- Cierre de estomas, un problema grave que lleva a la alteración de la transpiración y la concentración de anhídrido carbónico.
Soluciones a la salinidad en plantaciones intensivas y superintensivas.
Para evitar la salinidad y distanciar los lavados o no tener que llegar a ellos, lo mejor es hacer riegos cortos y frecuentes.
Los sensores Plantae nos indican el grado de humedad y la conductividad en tiempo real y por tanto la necesidad de riego y el riesgo de sales. De esta forma no se producen intervalos de sequía entorno a la planta además de absorberla de una manera más continuada y esto hace que con la evaporación las sales se acumulen mucho menos.
A todo esto podemos añadir un acolchado que evita la evaporación.
En los casos de excesiva acumulación se puede hacer un drenaje con zanjas que reciban las sales al efectuar el lavado.
Otras soluciones
En la actualidad, distintas Universidades hacen estudios sobre cultivos de embriones in vitro que sean resistentes a la salinidad especialmente del olivo. La variedad Picual es bastante resistente a la salinidad pero otras variedades como la manzanilla son más sensibles.
Los estudios en la creación de estas plantas in vitro en vivero pueden acortar el problema y si además va acompañado de un control se puede reducir a mínimos el efecto de la salinidad a corto y largo plazo. También hay estudios que indican que en los primeros años la salinidad no afecta ni al crecimiento ni a la producción pero a largo plazo se acusa un descenso significativo en el crecimiento y en el fruto.
Las variedades de olivo intensivo y superintensivo suelen ser arbequina y arbosana que en cultivo tradicional no suelen ser sensibles a la salinidad porque el riego es escaso. Cuando el cultivo es intensivo o superintensivo el riego en épocas de calor se intensifica y aparece el problema si no lo controlamos adecuadamente.
Por ello el control por sensores de humedad, además de dar un ahorro de agua y energía, nos va a reducir la salinidad y por tanto se favorece la producción y la duración de las plantaciones.



Fuentes: