Instalación en mayo 2018 en Toledo, en una finca de 45 ha que alberga una plantación de almendros cultivados en intensivo.

Instalación
El objetivo de la instalación era el de evaluar la eficacia de los fertirriegos en el cultivo. Para ello se realizó una instalación de 4 sondas en una explotación de 45 ha de almendro cultivados en intensivo y localizados en Toledo.
Se realizó una evaluación previa del terreno para determinar la mejor ubicación para las sondas. Se tomó la decisión de instalar a dos profundidades con lo que estudiar el comportamiento de los parámetros y su evolución a lo largo de dos horizontes del suelo.
Con motivo de analizar el fertirriego se activaron los sensores de humedad, conductividad y temperatura. De este modo se pretendía tener un indicador del comportamiento del suelo y raíces ante la aplicación de fertilizantes con el agua de riego. La temperatura alertaba al cliente en caso de que hubiese riesgo de heladas en momentos críticos para el cultivo con lo que se podían tomar acciones preventivas que disminuyesen los efectos del frío.
Servicios
-20 %
de salinidad en el fertirriego
Mediante la comparación de las gráficas de tendencia conductiva y humedad se pudo observar una acumulación de sales durante el fertirriego. Si esta acumulación alcanzaba límites tóxicos podía ser perjudicial para el cultivo. Ajustando el fertirriego al comportamiento de las gráficas se pudo reducir el riesgo de la salinidad mientras se aportaba al cultivo los fertilizantes y el agua que necesitaba.