Puede resultar extraño hablar de olivos en Galicia, pero podemos comprobar que en las provincias de Pontevedra, en Orense y en la zona sur de Lugo hay cada vez más plantaciones de olivar con variedades autóctonas.
Olivos en Galicia
Nos encontramos en Pontevedra, en donde un agricultor se decide a plantar olivos en dos fincas, una situada a unos 20 metros de altura respecto de la otra que está pegada pero más llana.
La zona es relativamente cálida con respecto al resto de Galicia. El clima suave y con escorrentía en épocas de lluvia. Los olivos autóctonos para que su adaptación sea perfecta.
El terreno después de ser analizado presenta las condiciones idóneas para el cultivo con los siguientes datos:
- Nitrógeno con límites normales: le aporta desarrollo al árbol. Su deficiencia produce árboles pequeños y hojas deformadas.
- Fósforo con límites normales: para favorecer la floración y el cuajado del fruto.
- Potasio con límites normales: influye en el transporte de los azúcares. Beneficia la formación del fruto.
- Calcio con límites normales: favorece el desarrollo de las raíces y mejora la absorción de nutrientes.
- Suelo franco–arenoso con proporciones equivalentes de arena, limo y arcilla.
Mantenimiento del olivar
Los factores que el agricultor tiene en cuenta para controlar los olivos en Pontevedra, Galicia, son:
- Árboles separados que permiten que el aire circule libremente entre ellos y les llegue mejor el sol.
- Poda controlada desde los primeros años.
- Tener en el suelo libre de maleza y con los restos de poda utilizados de cobertura, mejor triturada, que sirve de compost vegetal y a la vez preserva la humedad del suelo.
- Riego controlado con sensores de humedad y temperatura para que no sufra estrés hídrico.
- Control de la posible aparición de hongos. La mejor manera de evitarlos es con el control de la humedad del suelo. En caso necesario hacer zanjas que eviten los encharcamientos o aplicar fungicidas.
- Sensores de conductividad para evitar la acumulación de sales. El sistema radicular absorbe mejor los minerales si el terreno no tiene exceso de sales.
- La plantación cuenta con riego por goteo controlado por sondas Plantae, que ofrecen en todo momento el agua que el olivo necesita con un control en tiempo real.


Finca con pendiente con plantación de olivar en Pontevedra
Variedades autóctonas en Galicia
Estudios recientes acreditan que en Galicia hay dos variedades autóctonas «brava» y «mansa«. La característica principal de estas variedades es que se adaptan mejor al clima y a la cantidad de horas de sol, imprescindibles para la calidad de la oliva.
Estas variedades abren la posibilidad de ofrecer al mercado nuevos aceites con calidad y textura específicas y que permiten ampliar las ofertas al mercado del AOVE.
En ambas fincas de Pontevedra se plantaron estas variedades con el objetivo de conseguir una buena adaptación al clima de la zona.
Las olivas de la variedad «mansa» son pequeñas y de maduración tardía.
La variedad «brava» tiene una oliva grande y maduración anterior a la «mansa».
Ambas variedades son características de la zona de «Montefurado» cerca de Quiroga en la provincia de Lugo. Una zona a las riberas del río Sil, afluente del Miño, situada entre altas montañas, y que le da a la zona un microclima suave y muy especial para cultivo de olivos.
Fuentes: