Los calçots son brotes de cebollas blancas dulces replantadas. En la segunda fase de plantación salen unos hijuelos que debemos calzar, es decir arrimar tierra a su alrededor para que no reciban la luz y se blanqueen y también con el fin de protegerlos. Estos hijuelos calzados dan lugar a su nombre. Son muy apreciados en la cocina catalana y se consumen asados.
Cultivo de calçots
El cultivo de los calçots tiene varias fases:
- Primero se siembran en invierno las semillas de cebollas, recogida la simiente de las que dejamos florecer.
- En primavera se trasplantan.
- En verano se recogen las cebollas que debemos conservar hasta finales del verano o primeros de otoño.
- La última fase consiste en cortar un poco la parte superior de las cebollas y las volvemos a plantar a primeros de otoño. El corte permite que nazcan estos brotes que dan lugar a los calçots. Normalmente entre 4 y 7 hijuelos. A medida que van saliendo se les va acercando tierra para que crezcan blancos y protegidos de la luz. Para ello es necesario plantar en surcos profundos.

Cuidados de los calçots
El cuidado es bastante delicado y los sensores Plantae son muy beneficiosos por varias razones.
Sensor de temperatura

- Mide la temperatura exterior y la del subsuelo. Favorece la siembra que no debe tener temperaturas inferiores a -2ºC.
- También es importante controlar la temperatura cuando brotan.
- En la germinación las temperaturas no deben ser superiores a 23ºC. Si es así conviene sombrear los brotes.
Sensor de conductividad
- La cebolla es sensible a la salinidad. Debemos controlar la conductividad para valorar la cantidad de sales. Los riegos frecuentes y controlados son la mejor forma de controlar las sales.
Sensor de humedad
- La siembra necesita un suelo húmedo sin encharcamientos y suspenderlos antes del trasplante. En esta fase es muy perjudicial que se acumulen sales por eso el control es muy importante.
- En la plantación de la cebolla el control de humedad y de nutrientes es básico, porque el sistema radicular es débil y si tiene poca humedad sufre su desarrollo y si tiene mucha se deterioran las raíces fácilmente.
- El riego se debe suspender cuando se aproxima la recogida porque perjudica la conservación del bulbo hasta la replantación.
- Cuando se hace la replantación, el bulbillo va enterrado con poca tierra encima y es muy importante el riego y el grado de humedad controlado para que broten los calçots.
La parte más delicada del proceso es calzar los brotes para conseguir unos calçots blancos y perfectos.
Las dos provincias que más cultivan los calçots son Tarragona y Lérida, preferentemente en zonas costeras y en el interior en aquellas que no sufran mucho riesgo de heladas.

Fuentes: