El cultivo de judías en España, (Alubias o fríjoles), es muy abundante, especialmente en las regiones con climas templados y suelos adecuados. Existen diferentes variedades como las alubias blancas, las alubias rojas, las judías verdes (habichuelas) y las judías pintas. Las variedades seleccionadas surgieron de las preferencias locales y de las condiciones de crecimiento específicas de cada región una de las verduras y legumbres más codiciadas, las judías en España, tanto en verde como en grano. Vamos a detallar su cultivo, especialmente controlado con sondas.
Cultivo de las judías
Son unas plantas de la familia de las leguminosas, que se consume su vaina verde y su grano en seco.
La principal característica es que es una planta anual, es decir, hay que sembrar el grano cada temporada que se quiere cultivar. Podemos encontrar judías de rama baja o de rama trepadora. Su fruto en forma de vaina puede ser alargado o redondeado.
Las variedades para comer como judías verdes, suelen ser específicas para ese consumo, aunque una vez desarrollada la vaina, el grano también es comestible. Otras variedades son especiales para grano seco, como las judías pintas, las del Barco de Ávila, la asturiana…Su vaina no es comestible, porque es más dura.
Proceso fenológico y riego
Clima:
Las judías prefieren climas templados o cálidos. La temperatura ideal para el cultivo de judías está entre 18°C y 27°C. Las heladas pueden dañar las plantas jóvenes, por lo que se recomienda evitar el cultivo en épocas de riesgo de heladas. Además, las judías necesitan al menos 6 horas de luz solar directa al día.
También debemos controlar las plagas de caracoles que se alimentan de los brotes.
Suelo:
El suelo para el cultivo de judías debe ser bien drenado y fértil. Se recomienda un suelo rico en materia orgánica y con un pH entre 6 y 7. El suelo debe tener una buena estructura, permitir el desarrollo de las raíces y el acceso adecuado a nutrientes y agua.
Preparación del suelo:
Antes de la siembra, debemos preparar el suelo adecuadamente. Se deben eliminar las malas hierbas y se puede realizar una labor de arado o labranza superficial para aflojar el suelo y eliminar los terrones, además de airearlo y oxigenarlo. Es muy positivo incrementar con sustancias orgánicas o fertilizantes de acuerdo con los análisis de suelo y las necesidades específicas de nutrientes.
Rotación de cultivos:
Es recomendable seguir una rotación adecuada de cultivos para evitar la acumulación de enfermedades y plagas específicas de las judías. Evitar el cultivo consecutivo de leguminosas en el mismo lugar puede ayudar a mantener la salud del suelo y prevenir problemas fitosanitarios.
Siembra:
Las semillas de judías se pueden sembrar directamente en el suelo a una profundidad de aproximadamente 2-5 cm, dependiendo del tamaño de las semillas. La distancia entre plantas y hileras varía según la variedad y el sistema de cultivo, pero generalmente se recomienda dejar un espacio de 10-15 cm entre plantas y 40-60 cm entre hileras.
Riego:
Las judías requieren un suministro regular de agua para un crecimiento óptimo. El riego debe ser adecuado para mantener el suelo húmedo pero sin encharcamiento. Es importante evitar periodos de sequía y estrés hídrico, especialmente durante la floración y la formación de vainas.
Fertilización:
Las judías tienen ciertos requisitos nutricionales. Antes de la siembra, se pueden aplicar fertilizantes orgánicos o inorgánicos según las necesidades del suelo y los análisis de nutrientes. Además, se pueden realizar aplicaciones adicionales de fertilizantes durante el crecimiento de las plantas si es necesario.
Control de malezas, enfermedades y plagas:
Es importante controlar las malezas para evitar la competencia por nutrientes, agua y luz. Se pueden utilizar métodos de control mecánico, como el deshierbe manual o el uso de acolchados. Además, se deben monitorear y controlar las enfermedades y plagas comunes de las judías, como el mildiu, el moho gris, la mosca blanca y los pulgones, utilizando métodos preventivos y tratamientos naturales.
El sistema radicular
Las raíces son finas y por tanto delicadas, tiene una principal y el resto secundarias y poco profundas, esto hace que requieran un riego controlado y un aporte de nutrientes de forma constante para mantener a la planta vigorosa.
Se puede cultivar en exterior o en invernadero en donde debemos controlar la humedad ambiental, en torno al 70%. Para su crecimiento óptimo las temperaturas no deben variar más de diez grados entre diurnas y nocturnas, no soportando las inferiores a 0ºC ni superiores a 40ºC.
En todo su estado fenológico, crecimiento, floración y fruto necesita bastante humedad y de una manera estable.
El control con sondas hace que el riego sea el idóneo y a la vez le damos el que necesita la planta, así conseguimos un ahorro de agua considerable.
Las sondas se adaptan a la profundidad del sistema radicular, proporcionando información en tiempo real.

- Judías que con la humedad brotan.
- Siembra de judías secas.
- Brotes.
- Germinación de la semilla.
- Flores.
- Trepando por el tutor.
- El fruto listo para recoger.
- Sonda de humedad controlando el crecimiento idóneo de las judías.
Además podemos medir: la conductividad, la temperatura del suelo y de la atmósfera, la humedad relativa y el caudal de riego.
Distintos nombres de las judías en España
Como curiosidad decir que adoptan distintos nombres según la región en donde se cosechan:
- Castilla: Alubias, habichuelas, frijoles.
- Catalán: Fesols secs, monguetas, bullides, fregides i cuites.
- Gallego: Fréxeles, fabas.
- Vasco: Lekak, indiaba, maillar, potxa, babarrunak.

- Judías verdes planas, pueden alcanzar los 20 centímetros o más. También hay una variedad amarilla y otra verde con tonos morados, todas muy tiernas. Se consumen antes de la madurez del fruto.
- Redondas, suelen proceder de plantas bajas y de menos producción. Se consume la vaina antes de producir el fruto y el grano cuando la vaina se endurece y seca.
- Judías pintas, muy sabrosas para guisos.
- Negras, más típicas de países Iberoamericanos.
- Judías blancas, especial para hacer guisadas.
- Habichuelas o judías de las verdes secas, buenas para estofados o caldo gallego.
- Arriñonadas, por su forma, buenas para guisar.
- Por último, las judías redondeadas, muy buenas para fabada.

La zona sur produce más en invernadero y en las estaciones frías, En la zona norte se cultiva en exterior y en verano.
Las producciones en invernadero hacen que las judías en España constituyan el primer exportador de Europa.
Recetas con judías en España
JUDÍAS BLANCAS ESTOFADAS
- 1/4 KILO DE JUDÍAS BLANCAS.
- UNA PATATA.
- MEDIA CEBOLLA.
- DOS DIENTES DE AJO.
- CHORIZO FRESCO Y PIE DE CERDO.
- UN CHORRO DE ACEITE.
- PIMENTÓN, SAL Y PIMIENTA.
- Ponemos las judías el día anterior a remojo.
- Cocemos una hora el pie de cerdo. Si hacemos cocido lo podemos cocer, es muy gelatinoso y poco graso. Además, el caldo luego se cuaja y se conserva mejor. Lo guardamos en el congelar y lo tenemos preparado para cuando hagamos las judías.
- En una olla, que puede ser exprés, ponemos todos los ingredientes, cubriéndolo de agua. la cebolla sin picar y el ajo con piel.
- Si las ponemos en una olla convencional, tardan unas dos horas en cocer y debemos revisar cada media hora si están bien de agua y es favorable añadir un chorro de agua fría. si lo hacemos en la olla exprés, debemos programar 1/2 hora y revisar el agua y la cocción. Si les falta un poco, es mejor dejarlas ya a fuego lento.
- La cocción al final debe ser muy lenta.
- Por último, en el vaso de la batidora ponemos la cebolla, un diente de ajo y media patata. Lo trituramos y lo añadimos, eso hace que el aspecto sea más espeso.
JUDÍAS PINTAS CON ARROZ, NUTRITIVO Y RICO
Tiene todas las propiedades de las judías y la proteína vegetal del arroz. Las propiedades beneficiosas del ajo.
Recomendable al 100%
Ingredientes
- UNA TAZA DE JUDÍAS PINTAS.
- ARROZ, UN PUÑADO POR COMENSAL.
- SAL.
- PIMENTÓN DULCE.
- ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA.
- HUESO DE JAMÓN.
Preparación
- Cocer las judías con el hueso de jamón en la olla exprés.
- Aparte cocer el arroz, mejor integral, pero se puede hacer con el arroz convencional. Unos 20 minutos, añadiendo una taza para 4 comensales.
- Calentar el aceite con un ajo con la piel, partido a la mitad, la piel da mucho sabor, freír el ajo sin que se queme y con el aceite no muy caliente añadir una cucharadita rasa de pimentón dulce.
- Se incorpora a las judías y se deja cocer unos 5 minutos. A la hora de comer se añade el arroz, y se sirve.
- Podemos cocer todo con tiempo y mezclar a última hora, eso puede servir para cocinar el día antes si trabajamos o a primera hora de la mañana.
CALDO GALLEGO

- UNA TAZA DE JUDÍAS BLANCAS SECAS.
- TRES PATATAS, MEJOR GALLEGAS.
- MEDIO REPOLLO BLANCO O 1/2 KILO DE JUDÍAS VERDES O UN MANOJO DE GRELOS O BERZAS TIERNAS.
- UN HUESO DE JAMÓN Y UN HUESO DE TERNERA (OPCIONAL).
- LACÓN O UN TROZO DE COSTILLAR DE CERDO. PUEDE SER TAMBIÉN PANCETA.
- SAL.
- ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA.
- 100 GRAMOS DE UNTO O EN SU AUSENCIA UNA LONCHA DE TOCINO DE JAMÓN.
EL UNTO SE PUEDE CONSEGUIR EN TIENDAS DE PRODUCTOS GALLEGOS.
Si no lo encontramos podemos usar un poco de tocino de jamón serrano.
- Las judías blancas se ponen remojo el día anterior.
- Ponemos a hervir el hueso de jamón unos minutos para quitar un poco el sabor rancio y limpiarlo mejor.
- Cocemos las judías blancas con los huesos y el lacón o costillas o panceta. (Según nos apetezca).
- En la cazuela convencional debemos cocer primero las judías y después de dos horas aproximadamente añadir las patatas.
- Mientras troceamos el repollo y lo lavamos.
- Lo incorporamos a la cazuela y seguimos cociendo.
- En la olla exprés podemos poner todo junto, las judías, la carne, también las patatas partidas en cubos pequeños y el repollo. Una media hora.
- Cuando todo está cocido, de una manera o de la otra, hacemos el sofrito del unto.
- El unto se puede echar directamente, pero a mí, me gusta más freírlo en un poco de aceite a fuego lento y si no tengo unto hago eso con una loncha de tocino de jamón. Se añade al caldo y se deja hervir unos minutos más.
- Debemos chafar alguna patata, para espesar más el caldo.
- Servir caliente. Se puede guardar un par de días en la nevera.
La manera tradicional es cocerlo a fuego lento, en cocinas de leña, pero eso no siempre es fácil. Así que no nos compliquemos y recurramos a la olla rápida.
No siempre nos gusta el repollo y no es digestivo para todo el mundo, entonces debemos saber que el caldo gallego tiene variantes y son precisamente en la verdura. REPOLLO, JUDÍAS VERDES, BERZAS, GRELOS…
Fuentes: