La calidad del agua de riego en jardinería y campos deportivos, los parámetros que hay que tener en cuenta y el pH influyen en la calidad de las plantas y en el terreno.
Agua de riego en jardinería
Lo mejor para el césped y plantas ornamentales es que tuviesen agua de lluvia, a poder ser fina y que cubriese sus necesidades. Además lavaría sus hojas y beneficiaría su respiración.
Pero esto no siempre pasa y menos en la zona centro y sur de la Península.
El encargado del cuidado de campos de césped y de jardines se ve obligado a compensar la falta de agua de lluvia con riego y uno de los problemas que tiene que resolver es si el agua de la que dispone es la más adecuada.
El agua pura no tiene sales, por tanto no conduce la electricidad. Sus componentes son oxígeno e hidrógeno en la proporción H2O. Es por esa razón que para valorar si el agua tiene sales, miremos cómo conduce la electricidad.
El agua de riego influye directamente en la salud del césped y en la vistosidad de las plantas ornamentales. es la principal causa del aporte de sales a los terrenos, además de los fertilizantes.
Parámetros que debemos considerar en el agua de riego en jardinería
Vamos a desarrollar con detalle los parámetros a tener en cuenta en el agua de riego en jardinería:
Salinidad
Es la cantidad de sales que tiene el agua. La sal más habitual es el cloruro sódico (NaCl)
Decimos que el agua es dulce en los ríos y lagos porque el contenido de cloruro sódico es bajo.
La salinidad varía con el grado de evaporación. El agua que se evapora no contiene sales y estas se van acumulando en el terreno.
- La salinidad se mide con la conductividad eléctrica en dS/m, (deciSiemens por metro) que es la capacidad del agua para conducir la electricidad por metro.
- Comparar los resultados de la conductividad del agua de riego con agua de lluvia, que tiene una conductividad de 0,15 dS/m, es la manera de ver si tiene un alto contenido en sales o no.
- En el agua de riego lo normal es que la salinidad esté entre 0,8 y 2,6. En el agua de mar la salinidad oscila entre 30 y 60dS/m.
- El exceso de sales induce en la planta un desequilibrio iónico y estrés con la correspondiente falta de agua. La La salinidad repercute directamente en:
- La germinación.
- El crecimiento.
- Altera la transpiración porque disminuye el crecimiento de las hojas.
- Se reducen los estomas de las hojas.
- Se retrasa la floración.
Sodicidad
Es la cantidad de sodio concentrado con respecto al calcio y el magnesio y que debemos analizar en el laboratorio. Se mide en RAS o relación de absorción de sodio por el terreno.
El sodio tiende a dispersar el suelo, especialmente las partículas de arcilla. Esto hace que los poros se bloqueen y haya más riesgo de anegarse de agua. El terreno se vuelve compacto y con falta de aireación, la planta tiene dificultades para absorber el agua y los nutrientes.
Las sales sódicas aumentan el pH.
El pH o problema de acidez o alcalinidad
El pH es la medida de acidez o alcalinidad que indica la cantidad de iones de hidrógeno presentes en el agua.


Importancia del pH en el agua de riego en jardinería
El pH del agua incide directamente en el césped y en las plantas en general.
- pH alto: influye en la absorción de los nutrientes porque se vuelven insolubles y no los absorbe fácilmente. La planta acusa la falta de nutrientes y el terreno acumula exceso de sales.
La acumulación será mayor a medida que el agua de riego del jardín es más ácida.
- Un pH bajo: perjudica seriamente a las raíces y por tanto a la absorción de la planta. Los suelos con alta acidez pueden volver tóxica a la planta por acumulación de aluminio.
Cómo bajar el pH:
Podemos añadir ácido nítrico, ácido fosfórico o ácido sulfúrico que actúa mucho más lentamente sobre la absorción de la planta. Si el pH es ácido y no lo subimos, las plantas presentan deficiencia de potasio y más tarde de nitrógeno.
Para subir el pH:
Se utiliza sosa cáustica o potasa cáustica. Le debemos subir con control, ligeramente ácida es mejor que más alcalina. Si el pH es muy alcalino las plantas presentan problemas de hierro y zinc y a largo plazo de fósforo.
El pH lo podemos medir fácilmente con tiras de papel tornasol. Basta compararlo con la muestra de colores para valorar la acidez o alcalinidad.
Problema de la acumulación de sales en el terreno
Cuando un jardín o campo deportivo tiene riego aun siendo un agua perfecta se acumulan sales y se tiende a producir salinidad en el terreno por acumulación, como vemos en el esquema siguiente.

Si a los problemas ya tradicionales por riego continuado, añadimos al riego agua de baja calidad, el problema aumenta y los cultivos sufren alteraciones.
En épocas de calor la evaporación es mayor y el riego también, la acumulación de sales aumenta.
Si no se controla la salinidad el terreno cada vez es menos productivo. Debemos tener un equilibrio entre el aporte de sales y las que necesita el cultivo para que el terreno no las acumule.
La salinidad acumulada es en ocasiones proporcional a la gestión del riego. Debemos tener un control riguroso tanto de la calidad del agua como de la cantidad, que sea la que el cultivo necesita.
La conductividad y la humedad del subsuelo en los terrenos, la podemos medir con sensores Plantae, en tiempo real y observarla en el móvil o tablet.
Fuentes